Buenos días a todos, con mucha fuerza, energía e ilusión (no es sólo porque sean estas fechas, si no por lo que vendrá en un futuro).

Considero que hay que terminar el año lo mejor que se pueda y comenzar el nuevo año con muchísima “ilusión”. Si nos falta la ilusión no seguiremos el camino de nuestra vida al cien por cien.
Así es que desde aquí desde mi rincón y refugio os pido que por favor arranquemos el 2022 con muchísimas fuerzas, ganas e ilusión por vivir y seguir hacia adelante.

Y después de todo lo que nos ha tocado vivir, se me pasa por la cabeza una pregunta que ya he anotado parte en el título del artículo, “porque cuantos más años cumples más rápido se te pasa el tiempo” (la fuente de la cual me nutro para desarrollar esta información es elconfidencial.com).

Se ofrecen distintas explicaciones para esta sensación de fugacidad temporal tan común. Un experto psicólogo aporta una nueva teoría sobre por qué lo percibimos así.

Una de las grandes obsesiones del mundo contemporáneo es el tiempo. “No tengo tiempo” era una de las frases más pronunciadas antes de la pandemia, y ahora, después de 2020, tenemos una sensación aún más extraña respecto a nuestra percepción del paso de los días, (al igual que nos ocurre en el 2021), semanas o meses.

Si miramos y atendemos al recuerdo que tenemos del gran confinamiento de marzo del 2020, el cual en el momento presente se nos hizo eterno, pero ahora que ya han pasado los meses, lo hemos acabado percibiendo como un episodio muy raro de nuestra vida que no recordamos muy bien (¿o como a veces pienso yo, que el ser humano tiene esa memoria tan selectiva y se acuerda de lo que quiere y le interesa, ¿verdad?).

¿Por qué cuantos más años cumplimos más rápido parece que pasa el tiempo? Tan pronto estabas en la escuela como en la universidad y, de repente, un día te levantas y ya tienes más de 30 años. Aunque evidentemente en épocas en las que no nos encontramos muy bien de ánimo o estamos enfermos la sensación temporal tiende a ralentizarse, al final el balance que podemos hacer es que efectivamente se ha pasado volando. ¿A qué se debe esto?

“Nuestra experiencia subjetiva del paso del tiempo está relacionada con la suma total de nuevas experiencias que tenemos que recordar”.

Se han ofrecido infinidad de explicaciones para entender este curioso fenómeno subjetivo que sin duda parece compartido. Una de las últimas es la de Loren Soeiro, psicólogo neoyorkino en “psychology today”, quien establece una distinción en relación a la edad del sujeto que experimenta ese paso del tiempo. “Cuando somos jóvenes, nuestras circunstancias tienden a aparecer únicas o más especiales, de ahí que los niños tengan recuerdos mucho más específicos”, asegura.

“Sin embargo, los adultos agrupan sus experiencias en recuerdos más grandes y menos concretos”. Es decir, los niños, o adolescentes atienden más a un cúmulo de detalles que las personas más mayores, quienes tienden a agruparlos en una especie de “pack”.

Otra de las razones por las que quizás cuantos más años llevas vivo más rápido parece que pasa el tiempo es porque los recuerdos tienden a sumarse y agolparse, de ahí que la tarea de ordenarlos o si quiera recordarlos sea más compleja. Nuestra experiencia subjetiva del paso del tiempo está relacionada con la suma total de nuevas experiencias que tenemos que recordar.
Cuantos más recuerdos generes de un periodo de tiempo en particular, más tiempo parecerá haber durado una vez se haya terminado.

“Por qué nunca tenemos tiempo, aunque estemos de vacaciones o sin trabajo”.

Cuando somos más pequeños, nuestra capacidad cognitiva está en plena expansión, al igual que nuestras experiencias. Conoces a infinidad de personas, te aprendes sus nombres, vas a la escuela donde te enseñan a descubrir el mundo y aprender todo lo necesario para funcionar en la sociedad, haces amigos y ves por primera vez sitios únicos como el mar o las montañas de vacaciones. “cognitivamente, estamos preparados y diseñados para absorber toda esta información de pequeños: nuestros cerebros están creciendo, haciendo nuevas conexiones neuronales, absorbiendo los estímulos a los que estamos expuestos”, asegura Soeiro. “La infancia puede durar poco tiempo, pero con toda esa información nueva para procesar, se percibirá como un periodo muy largo en retrospectiva”.

Y así es. ¿Quién no recuerda los veranos que pasaba de pequeño como si fueran eternos?

Esos agostos en el pueblo o jugando en la calle que parecían durar años y años. “La edad adulta, por el contrario, viene caracterizada por una serie de rutinas”, reconoce el psicólogo. “Vivir experiencias frescas y nuevas es cada vez más raro, con lo que puede ser cada vez más difícil aprender cosas nuevas o crear recuerdos únicos”. Evidentemente, esto varía según el modo de vida que lleves, y teniendo en cuenta además que el mundo adulto también trae cosas inéditas a tu vida, como por ejemplo tener hijos, cambiar de ciudad o vivir solo o acompañado de amigos o pareja. Pero al final, es obvio que ya no te resulta nada tan sorprendente como lo hacía cuando eras un niño.

Pero más allá de la psicología, la ciencia más pura como es la lógica y las matemáticas tiene otra explicación para la sensación de que cuanto más vives, más rápido se te pasa el tiempo. Ernest Weber, matemático y pionero de la psicología experimental, formuló en 1834 una teoría que asegura que nuestra percepción temporal cumple una función logarítmica que atiende a dos variables: la intensidad y la sensibilidad.

En un experimento realizado por Hannah Fry en YouTube, divulgadora matemática, se retó a varias personas a sostener dos pesos en cada mano. Uno de ellos pesaba 100 gramos y el otro 120 gramo. Al preguntarle por el más pesado, le sirve otros dos pesos más grandes, uno de 200 gramos y otro de 220 gramos. A pesar de tener la misma diferencia de peso, la percepción le juega una mala pasada y acaba eligiendo el ligero. De la misma forma, esto sucede con los años. Cuando llevamos muy pocos sobre la tierra, parece que hemos vivido un sinfín de experiencias.
Pero a medida que ese número de años crece, tendemos a equivocarnos respecto a su verdadera duración. Por tanto, experimentamos los años más deprisa a medida que envejecemos y sumamos más y más.

Esto también puede explicarse con las penas de prisión. Un periodo de seis meses encerrado se siente mucho mayor que un periodo de tres, hasta ahí todo bien. Pero si subimos la cantidad y hacemos una comparativa de penas de diferencias mínimas, esto ya no se cumple. Entre otras palabras, si pasas 20 años en la cárcel no te resultará menos tiempo que si pasas 20 años y tres meses. Por ello, al aumentar la cantidad o el tamaño, cada vez apreciamos menos diferencias de tiempo.

En definitiva, como yo suelo pensar en voz alta siempre, que la vida pasa de momento…así es que no me canso de repetir: vive, vive, vive, vive, vive…y no dejar nada para luego ni para mañana…….

Cuando crecí me marché del barrio y apenas bajo ya por Madrid……a cambio vivo sin sobresaltos con un hombre bueno que conocí……en todas las fotos me verás sonreírla juventud se me fue pasando y me rendí ante la sensatez, vendí mi piano, compré un buen traje y cada domingo salgo a correr….podía decirse que todo va bien….y entonces de repente te veo entre la gente….durante una mirada el universo se detiene, volveremos a estar juntos y el alma se nos prende, de pronto comprendemos que lo nuestro es para siempre, pero no hacemos nada….seguimos caminando, seguimos con la vida que a los dos nos recetaron. Cada uno por su lado muriendo por girarse, parpadeando rápido para disimular que estamos llorando….

Después de ti, prometí cuidarme, cerré con llave mi corazón y aunque confieso que ya no río, tampoco siento ningún dolor….aprendí a conformarme y así está mejor….y entonces de repente te veo entre la gente…que a veces no puedo dormir y mirando hacia el techo me quedo pensando que lentas que pasan las horas, que rápido pasan los años….nunca nos prepararon para un viento tan fuerte…..que nos despeina el alma y nos revuelve los papeles y aunque mi corazón ya tenga su camino no sé cómo impedir que sea tuyo este latido……pero no, no haremos nada…..seguiremos caminando, seguiremos con la vida que a los dos nos recetaron….

“Durante una Mirada” La Oreja de Van Gogh

Seguro que alguna vez la habréis escuchado…como siempre suelo comentar, la vida sin música no es lo mismo…ésta canción refleja lo rápido que pasan los años……

En este artículo voy a comentar la historia de un vino dulce que no debemos olvidar, es «El Fondillón»:

Es un vino dulce elaborado en la provincia de Alicante y exclusivamente con uvas de la variedad Monastrell. Se caracteriza por una alta graduación, de unos 18º, aunque, a diferencia de los vinos fortificados, toda esa graduación procede de azúcar existente en la uva. Este vino tuvo una gran fama desde el siglo XV, si bien, por diversas circunstancias, a principios del siglo estuvo a punto de desaparecer. actualmente, está recuperando gran parte de su prestigio.

Hasta el siglo XIX el fondillón era reconocido en el mundo entero, como así lo demuestran numerosas referencias de, entre otros, William Shakespeare, Alejandro Dumas (que, dando a elegir al protagonista entre un Jerez, un Oporto y un Fondillón, elige este último).

También existen diversos testimonios que prueban la gran difusión que alcanzó el Fondillón, como el de Francisco Martínez Montiño, cocinero mayor del Rey Felipe II, que en un libro titulado “Conduchos de Navidad”, escrito por la llegada de una embajada japonesa a la ciudad de Alicante, escribe: “Fondillón: entre todos los vinos generosos que nuestra tierra produce, se encuentra en primer lugar, éste que tiene nombre propio: Fondillón,el vino dulce, añejo, de la huerta de Alicante. La fama de que goza es tanta, que en probándolo han pronunciado los señores príncipes: ¡Pero si este es el Famosísimo “Vino de Alicante” que tanto renombre tiene en diversos países!

O la del famoso viajero británico del siglo XVIII Joseph Townsend: “recogen la uva, separan los granos del racimo y lo extienden sobre cañizos de mimbre bastante elevados; los dejan allí durante quince días, sometidos a la influencia del sol y el viento, para evaporar la humedad superflua, después de lo cual lo prensan…una vez prensadas, cae con la piel en la cuba donde sufre la fermentación para colorear el vino, que sustraen a continuación para ponerlo en los toneles”.

Antiguamente este vino se producía en los viñedos existentes en la antigua huerta de Alicante, en las localidades de Muchamiel, Fabraquer, Ravalet y Benimagrell de la propia ciudad de Alicante. Actualmente estos viñedos han desaparecido por la presión urbanística y la producción de fondillón se ha trasladado al interior de la provincia, donde se elabora en las comarcas del alto y medio Vinalopó, en localidades como Monóvar, Pinoso o Villena.

El origen del Fondillón se sitúa en el tradicional sistema de arrendamiento de tierras por los agricultores, conocido como Enfiteusis. Este consiste en que, mientras las viñas existentes en el terreno cuando fue arrendado estuvieran en producción, los derechos de explotación de éste seguían estando en manos del arrendatario. Esto hacía que los agricultores no arrancarán las cepas viejas para poder seguir disfrutando de dichas tierras, si bien dejaban la recolección de estas viñas para el final de la temporada. Esto era debido a que, por su menor producción, no era rentable la contratación de peones para recolectarlas, haciéndolo de manera familiar al final de la cosecha. Esta manera de proceder tenía como consecuencia una sobre maduración de la uva en la cepa adquiriendo ésta una gran cantidad de azúcares que le proporcionan su personalidad al vino. Para remarcar aún más este hecho, después de la recolección, las uvas se pacificaban durante un par de semanas al sol sobre unos cañizos que se extendían sobre el Safareig (especie de terraza existente en las bodegas tradicionales). Tras la fermentación, que se alargaba casi hasta la primavera, se obtenía un jugo de unos 18º que era utilizado para rellenar los barriles que contenían antiguas partidas de fondillón que habían sido vaciados en un tercio para su comercialización; De este hecho precisamente es de donde obtiene su nombre el vino, ya que era obtenido del fondo de los barriles que posteriormente eran colmatados con la nueva cosecha.

En el siglo XIX, una terrible plaga, la filoxera, arrasó las viñas de toda Europa y casi estuvo a punto de enviar al olvido el Fondillón. esta plaga le afectó doblemente, ya que, primero, al destruir las vides francesas a final del siglo XIX, hizo que la exportación de vino de alicante se multiplicará para satisfacer la demanda del continente. Esto hizo que se produjera más cantidad de vino joven para aprovechar la coyuntura, disminuyendo la cantidad de litros de vinos dedicados a la lenta crianza del Fondillón, que producía unos beneficios más a largo plazo.

En los años cincuenta Primitivo Quiles (bodega más antigua de Alicante) decidió volver a impulsar de manera significativa la producción de Fondillón con su solera de 1948 aunque conservaba la de 1892, actualmente todavía en producción. finalmente, en la década de los sesenta, Eleuterio Llorca (descendiente del político alicantino Juan Maisonnave) heredó un tonel de Fondillón de solera del año 1871; tras un encuentro casual con Salvador Poveda (Bodeguero de Monóvar), decidieron producir Fondillón utilizando para ello dicho tonel. Actualmente diversas bodegas del interior de la provincia de alicante producen este magnífico vino, por lo que su futuro está asegurado.

En el ámbito comercial cabe destacar el interés por este vino del mercado de los países nórdicos de Europa, principalmente ruso, donde está considerado como una auténtica joya de la enología, pues está protegido por la “Cee” junto a vinos del tipo de jerez y oporto.

Espero que esta interesante historia del fondillón os haga despertar la curiosidad y los sentidos para probarlo y descubrir un gran vino dulce, os lo aseguro.

¡Salud Amigos!

P.d.: “siempre creemos que quedará más tiempo… pero siempre se acaba”.

“El tiempo siempre es “ahora ”.

“Cinco minutos bastan para soñar toda una vida, así de relativo es el tiempo”

«El tiempo es la cosa más valiosa que una persona puede gastar».

Feliz Navidad y un próspero año nuevo 2022 lleno de mucha salud, energía e ilusiones.

Millones de gracias por leerme y acompañarme durante todo este tiempo, en un año tan importante en mi vida (desde mi rincón y refugio) …. no puedo estar más agradecida y contenta!!!!!

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